En la iglesia católica hay muchas oraciones que se realizan para estar en contacto con Dios, pedir por nuestros pecados, agradecerle a Jesús por todo lo que nos ha dado, entre muchas otras cosas, y una de ellas es el rosario de la divina misericordia.
¿Cuál es el rosario de la divina misericordia?
El rosario de la divina misericordia es un conjunto de oraciones promovidas por la iglesia católica, que se encuentran ligadas con la misericordia de Dios. Los fieles creyentes suelen rezar esta oración con el fin de pedir perdón por los pecados cometidos, ya que Jesús los escuchará, perdonará y será su más grande salvador.
Para rezar correctamente el rosario de la divina misericordia se debe tener un rosario en mano y seguir los siguientes pasos:
Señal de la Santa Cruz
Para hacer el rezo de la divina misericordia, el creyente deberá hacer la señal de la cruz: “En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”; y, posteriormente, rezar la oración principal que consiste en decir las siguientes palabras:
«Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas, y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. ¡Oh, fuente de vida, insondable Misericordia Divina!, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros«
Una vez finalizada la oración, se procede a decir tres veces: “¡Oh, sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío!”
Padre nuestro, Ave María, y credo
El siguiente paso del rosario es rezar un Padre nuestro, luego un Ave María y se concluye la primera parte con un credo.
- Padre nuestro:
“Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros Tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.
- Ave María:
“Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.
- Credo:
“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén”.
Las cinco decenas
Luego con las cuentas del rosario se rezas cinco decenas. Cada decena en las cuentas grandes se comienza diciendo la siguiente oración:
“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.»
Después de cada decena, en cada cuenta pequeña se responde diez veces lo siguiente: “Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
Y al finalizar las cinco decenas, el creyente deberá decir tres veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad o misericordia de nosotros y del mundo entero”
También se puede realizar una oración final que dice: “¡Oh, Dios eterno!, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable. Vuelve a nosotros tu mirada bondadosa, y aumenta tu misericordia en nosotros. Para que, en momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos; sino que, con gran confianza, nos sometamos a tu santa voluntad, que es el amor y la misericordia mismos. Amén”; aunque es opcional.